Cuando la pólvora está mojada, la munición escasea o el enemigo está tan cerca que el uso de los mosquetes se hace inviable ha llegado la hora de calar bayonetas, tocar a muerte y lanzarse a la carga. La hora de enzarzarse en un combate a cuchillo con una vorágine de plomo silbando alrededor.
Bayoneta (s.XVII) |
Si bien los tercios españoles renegaron de su uso y preferían ceñirse al mosquete y la pica, el uso de la bayoneta como media pica fue adoptado con gran maestría entre las tropas francesas, alcanzando su cénit en el ejército imperial de Napoleón, quien llegó a decir de este arma que "Para los valientes, el fusil no es mas que la empuñadura de la bayoneta".
Ante el estupor de sus enemigos, las tropas francesas de Bonaparte basaban parte de sus tácticas en las descargas de mosquete a quemarropa y la posterior carrera desenfrenada, bayoneta en ristre, que sorprendía a los asaltados. De esta manera, los soldados que osaban enfrentarse a los imperiales (sin armadura y más entrenados para el uso de armas de fuego que para la esgrima) se encontraban de repente con el mordisco de un filo en el costado en medio de un infierno de barro y gritos.
Ya en el siglo XX, la bayoneta fue utilizada testimonialmente en la Primera Guerra Mundial y en el frente europeo de la Segunda Guerra Mundial... pero su uso fue mucho más activo en el frente oriental.
La década de los 40 constituyó el renacer de la bayoneta como instrumento de combate cuerpo a cuerpo. El arma que tanta gloria había dado a los ejércitos franceses en el pasado había dejado de ser una cuchilla triangular y alargada para convertirse en un machete más bien tosco que se adosaba a la boca de los fusiles, pero seguía asiendo igual de efectiva.
En las islas del pacífico, el terreno se ganaba palmo a palmo y los soldados debían vigilar constantemente para no ser víctimas de una bala perdida... o de una carga a cuchillo. Pese a todo, no fueron pocos los soldados aliados que perecieron a punta de bayoneta en las pequeñas islas estratégicas conquistadas al eje.
Tal fue la importancia de la bayoneta que, a día de hoy, el entrenamiento de las cargas y de su uso como media pica se sigue llevando a cabo en muchos cuerpos militares del mundo. Si bien la posibilidad de que un soldado moderno se enrede en una lucha a cuchilladas con otro es más bien remota, el entrenamiento de este tipo de lucha cuerpo a cuerpo sirve como acicate psicológico para completar la formación del futuro militar.
Ante el estupor de sus enemigos, las tropas francesas de Bonaparte basaban parte de sus tácticas en las descargas de mosquete a quemarropa y la posterior carrera desenfrenada, bayoneta en ristre, que sorprendía a los asaltados. De esta manera, los soldados que osaban enfrentarse a los imperiales (sin armadura y más entrenados para el uso de armas de fuego que para la esgrima) se encontraban de repente con el mordisco de un filo en el costado en medio de un infierno de barro y gritos.
Ya en el siglo XX, la bayoneta fue utilizada testimonialmente en la Primera Guerra Mundial y en el frente europeo de la Segunda Guerra Mundial... pero su uso fue mucho más activo en el frente oriental.
Bayoneta prusiana |
En las islas del pacífico, el terreno se ganaba palmo a palmo y los soldados debían vigilar constantemente para no ser víctimas de una bala perdida... o de una carga a cuchillo. Pese a todo, no fueron pocos los soldados aliados que perecieron a punta de bayoneta en las pequeñas islas estratégicas conquistadas al eje.
Tal fue la importancia de la bayoneta que, a día de hoy, el entrenamiento de las cargas y de su uso como media pica se sigue llevando a cabo en muchos cuerpos militares del mundo. Si bien la posibilidad de que un soldado moderno se enrede en una lucha a cuchilladas con otro es más bien remota, el entrenamiento de este tipo de lucha cuerpo a cuerpo sirve como acicate psicológico para completar la formación del futuro militar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario