viernes, 9 de diciembre de 2011

El incidente de Mukden

La guerra ruso-japonesa (1.904-1.905) había culminado con la victoria nipona sobre el gigante del norte, pero también había acarreado otras consecuencias.
En primer lugar, el orgullo militar japonés se vió notablemente acrecentado por la fulminante victoria obtenida sobre los rusos en Port Arthur (China), lo que condujo al enrolamiento masivo de toda una generación de jóvenes nipones que ardían en deseos de luchar por su país en el glorioso ejército imperial.
Además de esto, el sur de la región china de Manchuria pasó de estar en manos rusas a caer bajo el dominio de su vecino el este y bajo la "protección" del ejército de Kwantung, una guarnición de unos 10.000 hombres con base en el recién conquistado Port Arthur.

Soldados japoneses en Manchuria
En estas circunstancias llegamos al año 1.931. Los habitantes de Manchuria no estaban muy por la labor de aceptar el dominio japonés y, por otro lado, los jóvenes integrantes del ejército de Kwantung no se conformaban con tener el control del sur de la región.
El gobierno central de Japón quería evitar a toda costa un nuevo enfrentamiento, así que los oficiales de Kwantung necesitaban un casus belli lo suficientemente flagrante como para poder entrar en Manchuria sin la autorización de Tokio. Este motivo se les presentó en forma de lo que conocemos como "el incidente de Mukden".

El día 18 de septiembre, un tramo del ferrocarril del sur de Manchuria (de propiedad japonesa) fue dinamitado.
El ejército japonés culpó del incidente a los disidentes chinos. Tenían la excusa perfecta para emprender la conquista de Manchuria.

Los soldados del regimiento Shimamoto y los de Kwantung entraron a sangre y fuego en Manchuria, emprendiendo una guerra relámpago que culminaría con la anexión de Manchuria al imperio japonés en tan sólo cinco meses.
La guerra fue rápida y brutal. El ejército chino no estaba en condiciones de defender la región y el ruso, por su parte, aún se estaba lamiendo las heridas sufridas en la I Guerra Mundial, así que a los habitantes de Manchuria no les quedó más remedio que aceptar el dominio japonés.
El gobierno nipón nunca estuvo de acuerdo con el ataque e incluso se desmarcó del mismo ante la Sociedad de Naciones, de la que se retiró tres años después al darse cuenta de que su ejército había emprendido un camino que no tenía marcha atrás.

A día de hoy existen dos museos dedicados al incidente de Mukden, uno en China y otro en Japón. El museo nipón defiende la teoría de que el ferrocarril fue dinamitado por la disidencia china de Manchuria. En el otro lado, el museo chino aboga por una hipótesis que, posteriormente, se daría como cierta gracias a las declaraciones de un oficial japonés: el incidente fue orquestado por los hombres de Kwantung, que obtuvieron así su tan ansiado casus belli.

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