viernes, 16 de diciembre de 2011

Montsegur, el último bastión de los cátaros

A mediados del siglo XIII, la región del Languedoc ardía envuelta en la locura de la cruzada albigense. Los cátaros eran perseguidos y aniquilados allí donde eran encontrados... pero la empresa papal sufrió un importante giro cuando, tras ser barridos por la hueste franco-cruzada en la batalla de Muret, los "bons homes" se refugiaron (con su obispo a la cabeza) en la fortaleza de Montsegur.

Castillo de Montsegur
Construído en el año 1.204 por Ramón de Perella,  el castillo de Montsegur era un imponente "nido de águilas" que se alzaba sobre la montaña del Pog (de 1.207 metros de altura) dominando con su presencia el valle del río Lasset.
En el año 1.241, con el obispo Guilhabert de Castres y toda la plana mayor del catarismo atrincherados en la fortaleza, el rey Luis IX de Francia decide poner fin de una vez por todas a la herejía y le encarga al conde Ramón VII de Tolosa que emprenda el asedio al castillo... del que se retira derrotado meses más tarde sin ni siquiera haber entablado batalla.
A pesar de que la convocatoria papal ordena, practicamente, el exterminio de los cátaros, estos son queridos por los habitantes del Languedoc, quienes se encargan de abastecer las despensas de Montsegur durante el asedio a través de túneles excavados en la roca viva del Pog.
Gracias a ellos, el conde de Tolosa fracasa estrepitosamente, el asedio se levanta y Montsegur sigue en manos albigenses.

El rey francés no se inquieta demasiado por el descalabro de su súbdito pues, aunque la cúpula cátara se encuentra en Montsegur, aún quedan muchas bolsas de resistencia a lo largo de todo el Languedoc, así que decide centrar sus esfuerzos en su eliminación y dejar el castillo tranquilo... por el momento.

Los verdaderos problemas para la gente de Montsegur empezaron el día 28 de mayo de 1.242.
Tan sólo unos meses después de que Ramón VII levantara el sitio, un grupo de 60 caballeros cátaros comandados por Pierre Roger de Mirepoix sale de la fortaleza con rumbo a la cercana población de Avignonet, en la que tenía su sede un tribunal de la inquisición compuesto por doce miembros.
Amparados en la oscuridad y secundados por los propios habitantes de Avignonet, los hombres de Mirepoix asesinan a los inquisidores y queman las actas del tribunal antes de volver a Montsegur.

Esta intolerable falta de respeto hacia las instituciones eclesiásticas hacen que el papa monte en cólera y empuje a Luis IX a poner bajo asedio, una vez más, la fortaleza cátara.
El encargo es puesto en manos de Hugues des Arcis, senescal de Carcasona. Se ponen a su disposición todos los medios que requiere y se le da una sola consigna: no se admitirán errores, Montsegur debe caer a cualquier precio.

Monumento a los quemados
En mayo de 1.243, las tropas de Arcis sientan el sitio de la fortaleza. Los habitantes de la región siguen llevando comida a Montsegur, pero el cerco de la coalición franco-papal es mucho más férreo que en la ocasión anterior y gran parte de los víveres se pierden por el camino.
Finalmente, tras diez meses de asedio y con los montañeses sometidos a una dura presión por parte de los de Arcis, los cátaros fueron traicionados y las condiciones de su rendición les fueron expuestas. Tenían 15 días para abandonar la fortaleza y, una vez fuera, podía hacer dos cosas: abjurar de su fe o morir en la hoguera.
Vencido el plazo, 200 cátaros salieron de Montsegur por su propio pie y se metieron, caminando, entre las llamas de la enorme pira que se había levantado en lo que hoy se conoce como el "campo de los quemados", dónde una escultura hace honor a la memoria de aquellos 200 mártires que se inmolaron voluntariamente en defensa de su fe.

4 comentarios:

  1. iron maiden habla de ello en un tema llamado "Montsegur"

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    1. Muy cierto, una gran cancion para un evento historico. Aunque no es la unica de Maiden en ese estilo

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  2. Por desgracia, la historia de la humanidad se ha regido muchas veces por estos derroteros. Por cierto, interesante artículo. Es un tema fascinante que he podido ser testigo en mi visita a la zona.

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  3. los cataros acusaban que la iglesia catolica no adoraba a Dios sino a un enjendro llamado Demiurgo, estas creencias gnosticas vienen de los evangelios apócrifos. Si esto ya era una ofensa para la iglesia aun mayor era el hecho de que no aceptaron el sistema de centralizacion del poder que representaba el papado. algo asi como un mega monopolio de la fe cristiana, y de la acumulacion de riqueza o de aportes y recursos.
    gracias por que estoy buscando informacion de los cataros y su denuncia del demiurgo...

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