Ha llegado el momento de dedicar unos minutos a un hombre del que sus propios superiores se mantenían apartados, bien por temor o bien por una especie de respeto casi reverencial. Un hombre que fue considerado por sus contemporáneos como el arquetipo del nazi perfecto: Reinhard Heydrich.
Reinhard Heydrich |
El día 7 de Marzo de 1904 nace en Halle del Saale, en el corazón de la Sajonia alemana la que sería sin duda una de las mentes más brillantes del régimen nacionalsocialista. Heydrich se cría en el seno de una familia burguesa formada por Bruno Heydrich (cabeza de familia y director del instituto de Halle), su mujer (hija del director del conservatorio de Dresde) y sus dos hermanos, Marie y Heinz.
Siendo hijo como era de un hombre culto, Reinhard no tuvo ningún problema en acceder a la mejor educación que se podía obtener en la Sajonia de principios del siglo XX pero, de la misma manera, el hombre que se decidió desde el principio a forjar la mente de aquel niño también contribuyó inconscientemente a que el odio hacia los judíos empezara a incrustarse en la joven personalidad del pequeño.
Bruno Heydrich era hijo de un carpintero que había muerto cuando Bruno tenía doce años y de una mujer de origen humilde que se había casado en segundas nupcias con un mecánico de ascendencia judía llamado Gustav Süss. En la Alemania sacudida por el antisemitismo en la que nació Reinhard, esto no era precisamente una ventaja y los demás chicos del colegio empezaron pronto a burlarse de él por el apellido judío de su abuelo.
Heydrich soportó las puyas acumulando un odio cada vez más cerval contra los hebreos hasta que, en 1920, se enroló en la Deutschvölkischer Schutz-und Trutzbund, una editorial de claros tintes antisemitas y, posteriormente, en la Freikorps, una fuerza de voluntarios que conformaban un pequeño ejército independiente en cada región alemana.
En 1922 es admitido en la marina bajo el mando del almirante Wilhelm Canaris, con quien desarrollaría una amistad que llevó a que su celebérrimo superior le introdujera en su círculo personal ayudándo a Heydrich a especializarse en técnicas de espionaje. Esta relación se mantuvo sólida hasta que a mediados de 1931 Reinhard, comprometido con una joven nazi llamada Lina, es expulsado del ejército por mantener una relación paralela con la hija de un alto mando de la Marina.
El día 1 de Junio de 1931, Reinhard Heydrich se afilia al partido nacionalsocialista y emprende una carrera meteórica en la que su afiladísima inteligencia llegaría a hacer sombra a las más altas esferas del Reich.
Por medio de un amigo de su novia Lina, Heydrich se enteró de que había algunas plazas libres en el SD (servicio de inteligencia del NSDAP) liderado por Heinrich Himmler, así que presentó su candidatura seindo inmediatamente aceptado.
Ese mismo año, se casó con Lina y Himmler, seguro ya de su estabilidad familiar (de capital importancia para el nacionalsocialismo), decidió explotar las capacidades de Reinhard nombrándole comandate y convirtiéndolo de esta manera en su mano derecha.
En 1932, sus orígenes volvieron a golpearle en forma de una investigación sobre la sangre judía de su abuelo cuyo resultado se mantuvo en el más absoluto de los secretos para todos los gerifaltes salvo para el único que sabía la verdad: Wilhelm Canaris.
Un año después, Heydrich es nombrado jefe de la policía de Baviera y tiene un papel decisivo en el desarrollo de la "noche de los cuchillos largos". Junto con Himmler y por encargo del mismísimo Göring, Reinhard emprende una campaña en la que acusa a Ernst Röhm (jefe de las SA, amigo personal de Hedrych y padrino de sus hijos) de conjurar contra la figura de Adolf Hitler. Este hecho, unido a su reconocida homosexualidad, bastó para que Röhm fuera detenido y encarcelado, permaneciendo en prisión hasta el 30 de Junio de 1934 cuando, tan sólo ocho horas después de la "noche de los cuchillos largos", dos agentes de la SD entraron en su celda y le ejecutaron a tiros.
No pasaría mucho tiempo hasta que, en 1936, Reinhard Heydrich es nombrado jefe de la policía de seguridad y de la Gestapo para, tres años después, ascender un paso más en el escalafón convirtiéndose en líder de la RSHA, bajo la que se aglutinaban todos los órganos de policía y de seguridad del Reich.
Durante esta etapa se dedica a llevar a cabo una durísima labor de contraespionaje que dió sus frutos en la detección de numerosos activistas antinazis, pero no fue hasta finales de ese mismo año cuando su genio se reveló sobrepasando el del propio Heinrich Himmler mediante la concepción y ejecución de la Operación Krüger.
En ese año de 1939, Reinhard Heydrich ideó y puso en funcionamiento un plan que servía para tratar de colapsar la economía británica y, al mismo tiempo, daba unas posibilidades de financiación para las SS y sus organismos dependientes hasta entonces desconocidas.
Con ayuda del comandante Bernhard Krüger, Heydrich falsificó en el campo de concentración de Sachsenhausen una cantidad de 140 millones de libras que introdujo en la economía británica como pago a colaboracionistas y espías en el extranjero.
Finalmente, el plan Krüger no llegó a colapsar las arcas británicas, pero supuso un enorme balón de aire para la economía de guerra alemana y sus efectos se dejaron sentir en la economía inglesa hasta varios años después de la guerra.
Ese mismo año, Heydrich se enteró de que la oficina de inteligencia dirigida por Wilhelm Canaris manejaba información procedente del ex-general zarista Skoblin en la que se afirmaba que varios generales soviéticos se habían puesto en contacto con altos mandos alemanes con el fin de derrocar a Stalin. Reinhard, gran conocedor de los puntos débiles del enemigo, aprovechó esta situación para pasar por encima de Canaris redactando un documento en el que se recogían estas sospechas y que hizo llegar subrepticiamente al presidente de Checoslovaquia, quien los envió sin dudarlo al despacho del mismísimo Stalin provocando la Gran Purga que acabó con más de 3000 oficiales del ejército rojo, lo que debilitó notablemente la maquinaria de guerra soviética.
Pero aún quedaba espacio en ese año para un golpe de mano más: el 31 de Agosto de 1939, un grupo de presos políticos con uniformes militares polacos asaltaron una emisora alemana situada en la frontera y lanzaron a las ondas un sinfín de proclamas antinazis.
Esta operación fue orquestada por Heydrich para tratar de justificar la invasión de Polonia que estaba prevista para el día siguiente y los falsos militares polacos, pese a las promesas de perdón, fueron ejecutados en cuanto el Reich tomó Polonia.
En 1941 su obsesión por la seguridad le llevó a tratar de desenmascarar al médico personal de Himmler, de quien sospechaba que mantenía contactos con los aliados, pero el propio capitán de las SS alejó a su médico de Hedrych, lo que llevó a este a enrolarse en la campaña de Noruega a los mandos de un avión alemán. La participación en esta campaña le valió a Reinhard la obtención de la preciada cruz de hierro y la vuelta a la élite política del NSDAP por la puerta grande.
A principios de 1942 acudió a la Conferencia de Wansee, donde se produjo un acuerdo entre las altas esferas del régimen para acelerar la llamada "solución final al problema judío"... pero Heydrich no se quedó en las meras palabras. Después de la reunión creó los einsatzkommandos, una unidad especial de las SS dedicada únicamente a la búsqueda y exterminio masivo de judíos, gitanos y todo aquel colectivo que no se ajustara a los principios del ideal ario. Su saldo se cifra entorno al millón de personas asesinadas.
Tras esta maniobra, Himmler empieza a temer el genio de Heydrich y lo destina al protectorado de Bohemia y Moravia donde, nada más llegar, encarcela al gobernador, impone la ley marcial, detiene a más de quinientos intelectuales y envía a Auschwitz a miles de checos.
Reinhard Heydrich instauró en su protectorado una política que combinaba la represión política más brutal con una serie de mejoras sociales muy ventajosas, por lo que la mayoría de la población checa admitió de buena gana su mandato... hasta que dos disidentes lanzan una bomba contra su Mercedes descapotable el día 27 de Mayo de 1942.
Heydrich consigue bajar del vehículo y disparar a sus agresores, que huyen mientras una mujer acude en auxilio del hombre que se desangra en plena calle y lo traslada al hospital. Una vez ha sido alejado de los restos humeantes del coche, Reinhard insiste en ser atendido únicamente por médicos alemanes, lo que desemboca en su muerte por una septicemia provocada por el tardío tratamiento de sus heridas.
Paradójicamente, sus agresores creen haber fracasado en su intento de asesinato y se refugian en una iglesia donde, finalmente, son cercados por los alemanes y se suicidan. En represalia, las SS arrasan la locálidad de Lídice ejecutando sumariamente a 1331 personas mayores de 16 años.
Reinhard Heydrich, una de las mentes más brillantes que ha dado la historia (desgraciadamente, en el bando equivocado) fue enterrado por sus compatriotas con honores militares en la ciudad de Berlín.
Siendo hijo como era de un hombre culto, Reinhard no tuvo ningún problema en acceder a la mejor educación que se podía obtener en la Sajonia de principios del siglo XX pero, de la misma manera, el hombre que se decidió desde el principio a forjar la mente de aquel niño también contribuyó inconscientemente a que el odio hacia los judíos empezara a incrustarse en la joven personalidad del pequeño.
Bruno Heydrich era hijo de un carpintero que había muerto cuando Bruno tenía doce años y de una mujer de origen humilde que se había casado en segundas nupcias con un mecánico de ascendencia judía llamado Gustav Süss. En la Alemania sacudida por el antisemitismo en la que nació Reinhard, esto no era precisamente una ventaja y los demás chicos del colegio empezaron pronto a burlarse de él por el apellido judío de su abuelo.
Heydrich soportó las puyas acumulando un odio cada vez más cerval contra los hebreos hasta que, en 1920, se enroló en la Deutschvölkischer Schutz-und Trutzbund, una editorial de claros tintes antisemitas y, posteriormente, en la Freikorps, una fuerza de voluntarios que conformaban un pequeño ejército independiente en cada región alemana.
Wilhelm Canaris |
El día 1 de Junio de 1931, Reinhard Heydrich se afilia al partido nacionalsocialista y emprende una carrera meteórica en la que su afiladísima inteligencia llegaría a hacer sombra a las más altas esferas del Reich.
Por medio de un amigo de su novia Lina, Heydrich se enteró de que había algunas plazas libres en el SD (servicio de inteligencia del NSDAP) liderado por Heinrich Himmler, así que presentó su candidatura seindo inmediatamente aceptado.
Ese mismo año, se casó con Lina y Himmler, seguro ya de su estabilidad familiar (de capital importancia para el nacionalsocialismo), decidió explotar las capacidades de Reinhard nombrándole comandate y convirtiéndolo de esta manera en su mano derecha.
En 1932, sus orígenes volvieron a golpearle en forma de una investigación sobre la sangre judía de su abuelo cuyo resultado se mantuvo en el más absoluto de los secretos para todos los gerifaltes salvo para el único que sabía la verdad: Wilhelm Canaris.
Un año después, Heydrich es nombrado jefe de la policía de Baviera y tiene un papel decisivo en el desarrollo de la "noche de los cuchillos largos". Junto con Himmler y por encargo del mismísimo Göring, Reinhard emprende una campaña en la que acusa a Ernst Röhm (jefe de las SA, amigo personal de Hedrych y padrino de sus hijos) de conjurar contra la figura de Adolf Hitler. Este hecho, unido a su reconocida homosexualidad, bastó para que Röhm fuera detenido y encarcelado, permaneciendo en prisión hasta el 30 de Junio de 1934 cuando, tan sólo ocho horas después de la "noche de los cuchillos largos", dos agentes de la SD entraron en su celda y le ejecutaron a tiros.
Heinrich Himmler |
Durante esta etapa se dedica a llevar a cabo una durísima labor de contraespionaje que dió sus frutos en la detección de numerosos activistas antinazis, pero no fue hasta finales de ese mismo año cuando su genio se reveló sobrepasando el del propio Heinrich Himmler mediante la concepción y ejecución de la Operación Krüger.
En ese año de 1939, Reinhard Heydrich ideó y puso en funcionamiento un plan que servía para tratar de colapsar la economía británica y, al mismo tiempo, daba unas posibilidades de financiación para las SS y sus organismos dependientes hasta entonces desconocidas.
Con ayuda del comandante Bernhard Krüger, Heydrich falsificó en el campo de concentración de Sachsenhausen una cantidad de 140 millones de libras que introdujo en la economía británica como pago a colaboracionistas y espías en el extranjero.
Finalmente, el plan Krüger no llegó a colapsar las arcas británicas, pero supuso un enorme balón de aire para la economía de guerra alemana y sus efectos se dejaron sentir en la economía inglesa hasta varios años después de la guerra.
Ese mismo año, Heydrich se enteró de que la oficina de inteligencia dirigida por Wilhelm Canaris manejaba información procedente del ex-general zarista Skoblin en la que se afirmaba que varios generales soviéticos se habían puesto en contacto con altos mandos alemanes con el fin de derrocar a Stalin. Reinhard, gran conocedor de los puntos débiles del enemigo, aprovechó esta situación para pasar por encima de Canaris redactando un documento en el que se recogían estas sospechas y que hizo llegar subrepticiamente al presidente de Checoslovaquia, quien los envió sin dudarlo al despacho del mismísimo Stalin provocando la Gran Purga que acabó con más de 3000 oficiales del ejército rojo, lo que debilitó notablemente la maquinaria de guerra soviética.
Invasión de Polonia |
Esta operación fue orquestada por Heydrich para tratar de justificar la invasión de Polonia que estaba prevista para el día siguiente y los falsos militares polacos, pese a las promesas de perdón, fueron ejecutados en cuanto el Reich tomó Polonia.
En 1941 su obsesión por la seguridad le llevó a tratar de desenmascarar al médico personal de Himmler, de quien sospechaba que mantenía contactos con los aliados, pero el propio capitán de las SS alejó a su médico de Hedrych, lo que llevó a este a enrolarse en la campaña de Noruega a los mandos de un avión alemán. La participación en esta campaña le valió a Reinhard la obtención de la preciada cruz de hierro y la vuelta a la élite política del NSDAP por la puerta grande.
A principios de 1942 acudió a la Conferencia de Wansee, donde se produjo un acuerdo entre las altas esferas del régimen para acelerar la llamada "solución final al problema judío"... pero Heydrich no se quedó en las meras palabras. Después de la reunión creó los einsatzkommandos, una unidad especial de las SS dedicada únicamente a la búsqueda y exterminio masivo de judíos, gitanos y todo aquel colectivo que no se ajustara a los principios del ideal ario. Su saldo se cifra entorno al millón de personas asesinadas.
Heydrich en Praga |
Reinhard Heydrich instauró en su protectorado una política que combinaba la represión política más brutal con una serie de mejoras sociales muy ventajosas, por lo que la mayoría de la población checa admitió de buena gana su mandato... hasta que dos disidentes lanzan una bomba contra su Mercedes descapotable el día 27 de Mayo de 1942.
Heydrich consigue bajar del vehículo y disparar a sus agresores, que huyen mientras una mujer acude en auxilio del hombre que se desangra en plena calle y lo traslada al hospital. Una vez ha sido alejado de los restos humeantes del coche, Reinhard insiste en ser atendido únicamente por médicos alemanes, lo que desemboca en su muerte por una septicemia provocada por el tardío tratamiento de sus heridas.
Paradójicamente, sus agresores creen haber fracasado en su intento de asesinato y se refugian en una iglesia donde, finalmente, son cercados por los alemanes y se suicidan. En represalia, las SS arrasan la locálidad de Lídice ejecutando sumariamente a 1331 personas mayores de 16 años.
Reinhard Heydrich, una de las mentes más brillantes que ha dado la historia (desgraciadamente, en el bando equivocado) fue enterrado por sus compatriotas con honores militares en la ciudad de Berlín.
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