Tsutomu Yamaguchi... seguramente, este nombre no os diga nada pero, ¿y si añadimos el dato de que sobrevivió a dos de las mayores catástrofes militares de la historia? La entrada de hoy trata sobre un hombre que, por circunstancias de la vida, se vio atrapado los ataques nucleares a Hiroshima y Nagasaki. Sí, en los dos; y no sólo eso sino que, además, sobrevivió.
Tsutomu Yamaguchi |
Nacido el 16 de marzo de 1.916, Yamaguchi trabajaba en Nagasaki como ingeniero encargado del diseño de petroleros pero, en el verano de 1.945, su empresa le destinó durante tres meses a la prefectura de Hiroshima. El día 6 de agosto, Yamaguchi estaba preparando las maletas para volver a Nagasaki junto con dos compañeros llamados Akira Iwanaga y Kuniyoshi Sato. A las 8:15 de la mañana, cuando estaban camino de la estación, el tristemente recordado Enola Gay oscureció el cielo de Hiroshima y dejó caer su carga mortal sobre el centro de la ciudad.
Nuestro protagonista y sus compañeros estaban a tres kilómetros del centro de la explosión pero, aún así, la onda expansiva cegó temporalmente a Yamaguchi, reventó sus tímpanos y causó serias quemaduras en la mitad superior izquierda de su cuerpo.
Tras recibir tratamiento por sus heridas, Yamaguchi se reúne con sus compañeros y parte rumbo a Nagasaki, donde llega el día 9 de agosto. Una vez allí, mientras nuestro protagonista relata a sus superiores la experiencia vivida en Hiroshima, el Bockscar descarga la segunda bomba atómica sobre Nagasaki.
Yamaguchi tiene la suerte de encontrarse (al igual que sucedió en Hiroshima) a 3 kilómetros del punto de impacto. La diferencia respecto al anterior bombardeo fue que, en esta ocasión, Yamaguchi se encontraba dentro de un edificio, lo que le permitió salir más o menos indemne del incidente: las heridas que sufrió fueron debidas a que no encontró asistencia médica para cambiar los vendajes que le habían puesto en Hiroshima, lo que le provocó una infección que le mantuvo en cama durante varios días.
Tras vivir estas experiencias, Yamaguchi pasó a trabajar como traductor para la fuerza de ocupación americana hasta que, finalmente, recuperó su antiguo empleo como diseñador de petroleros.
Años después , en 2.006 participó en la grabación de un documental sobre los nada menos que 165 supervivientes de ambas bombas atómicas. Lo que diferencia a Yamaguchi del resto de afectados es que él es el único superviviente de ambas masacres oficialmente reconocido por el gobierno japonés... o, mejor dicho, lo era hasta que murió el 4 de enero de 2010 víctima de un cáncer de estómago.
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