martes, 24 de enero de 2012

Los honderos baleares

Si bien las Islas Baleares eran conocidas por los antiguos griegos como Gimnesias, los coetáneos de Arquímedes ya sabían que, bajo un nombre u otro, los habitantes de aquellas islas eran fieros guerreros capaces de hundir un barco (literalmente) a pedradas. Los honderos baleares fueron conocidos en todo el mundo antiguo como excelentes mercenarios, hoy vamos a tratar de averiguar por qué.

Hondero balear
Baleares, algún punto indeterminado del primer milenio a.C. El asentamiento está en calma. Los hombres han salido a cazar mientras las mujeres se quedan en el poblado. Se acerca la hora de comer y los niños tienen hambre pero, ¿por qué no les dan de comer? La respuesta es sencilla: tienen que ganárselo.
Desde que pueden mantenerse en pie, los niños pasean por la aldea con una honda en la mano y son instruídos en su manejo desde el momento en el que tienen la fuerza suficiente para hacerla girar. Por eso no es de extrañar que, para poder comer, tengan que derribar de una pedrada el saquito de comida que previamente les han colocado en la rama de un árbol.
Este entrenamiento en sí mismo no tenía nada de especial, sino que era más bien un juego ideado para que todos los niños del asentamiento se familiarizasen con el manejo de la honda... pero si le añadimos el factor "si no aciertas, no comes" y lo prolongamos en el tiempo durante años, obtenemos un entrenamiento diario que da como resultado niños capaces de lanzar proyectiles de piedra o plomo con una precisión y una potencia escalofriantes.

Con el paso a la edad adulta, los juegos de este tipo son sustituídos poco a poco por entrenamientos más específicos destinados a mejorar la destreza y la fuerza del tirador. 

De esta manera, llegamos al año 121 a.C. con una dinastía de honderos sobradamente preparados.
Las águilas romanas, ávidas de victoria, campan a sus anchas por el mediterráneo y se plantan ante las costas baleares. Creyendo que aquellos salvajes que les miran con gesto hosco desde los acantilados no suponen ninguna amenaza, la flota comandada por Quinto Cecilio Metelo se acerca a la costa dispuesta a desembarcar... pero los honderos no están dispuestos a someterse al yugo sin presentar batalla.
Honda moderna
Desde la orilla, los baleares empiezan a lanzar proyectiles contra la línea de flotación de las naves romanas, que se hunden cuando decenas de vías de agua se abren en sus cascos. Quinto Cecilio Metelo asiste atónito al espectáculo de los honderos hundiendo sus barcos ante las costas baleares.
En los siguientes intentos de atraque, los romanos aplicaron mejoras sobre sus naves, forrándolas de cuero para que las piedras de los honderos no pudiesen llegar hasta la madera, lo que facultó a los legionarios para desembarcar por primera vez en territorio balear. Aún así, la precisión y fiereza de los honderos consiguieron que la guerra de conquista se prolongase durante dos largos años.
Quinto Cecilio Metelo quedó tan impresionado que los honderos baleares fueron inmediatamente incorporados a las tropas auxiliares de Roma, participando activamente en campañas tan célebres como la de Britania o la de las Galias.

En el orden de batalla, los honderos siempre se situaban en primera línea armados con tres hondas: una anudada en torno a la cabeza, otra en la cintura y la última en la mano, presta a disparar. Los proyectiles de combate (metálicos) surcaban el aire para desarbolar la formación enemiga rompiendo yelmos y escudos allí donde impactaban.
Los honderos aguantaban la posición, disparando una vez tras otra hasta que la formación enemiga caía como un castillo de naipes. En ese momento, los baleares se apartaban dejando la primera línea de batalla a la infantería, que cargaba sobre el enemigo aturdido.

Pero los romanos no fueron los únicos que se dieron cuenta de la valía de los honderos. Los baleares combatieron también del lado de Cartago, que les pagó como mercenarios y les hizo participar en las dos primeras Guerras Púnicas bajo las órdenes de Asdrúbal y, posteriormente, en batallas tan importantes como la de Cannae bajo el mando de su hijo, el general Aníbal Barca.

2 comentarios:

  1. Muy buen artículo. Sabía, por supuesto, de la existencia de los honderos Baleares pero no conocía el detalle.

    Salud!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, se hace lo que se puede ;-)

      ¡Un saludo!

      Eliminar